martes, 19 de abril de 2011

De los “hipermetrosexuales” al justo equilibrio de los “übersexuales”










Los hombres que hace unos años no se conformaron con usar una crema antiedad y fueron por mucho más llegando al extremo del “hipermetrosexual”, hoy buscan un sano equilibrio reconociendo que el cuidado de la estética va más allá del sexo ( varón- mujer) y la imagen.


Siguiendo la tendencia de la belleza saludable, el vínculo del hombre con el cuidado estético tenía que tarde o temprano virar hacia el balance, como también lo hiciera la mujer hace unos años entendiendo que la superproducción y el fanatismo exacerbado en relación a la apariencia física no era el camino a recorrer.

A partir de los 90 los hombres comenzaron a ocuparse de la estética. Eran los tiempos del boom antiage, he influenciados por los medios de comunicación, la presión de la sociedad que valora el cuidado de la imagen, las ganas de mostrarse jóvenes por más tiempo, la cultura de una vida sana, aprender de las mujeres los beneficios de incorporar hábitos cosméticos, encontrar opciones especiales para ellos en los Spa, entendieron la importancia de sumar acciones para el mejoramiento del cuerpo eligiendo el camino de la belleza saludable…

Tímidamente, se animaron a probar geles, emulsiones y cremas que les prometían una piel recuperada y vital, a disimular las canas con algunos reflejitos, a disfrutar de un masaje relajante, o a mantener las uñas prolijas y brillantes. Pronto, de una buena dosis de coquetería y vanidad, pasaron al fanatismo absoluto de mostrarse súper producidos llegando a lo irracional en post de la mejor apariencia, transformándose en un Hipermetrosexual, entendiéndose por este al grupo de varones para los cuales la belleza es lo más importante.

Para estos adonis la asistencia a gimnasios y spas se transformó en una rutina básica probando cuanto tratamiento de belleza surgía en el mercado, la depilación para ellos aumentó un 60 %, y hasta se animaban a las cirugías de implantes capilares, rostro o el cuerpo.

Según las estadísticas de la American Society for Aesthetic Plastic Surgery, el 52% de los varones aprobaba las cirugías estéticas y el 79% no se sentía avergonzado por practicarse tratamientos de estética e imagen personal. Por esos tiempos no todos blanqueaban ni admitían los sacrificios realizados para lograr esos abdominales fuertes y tonificados, o una piel del rostro luminosa, y sin vestigios de comedones indiscretos.

La Belleza también es cosa de hombres…

Si para las mujeres el paradigma de la belleza y el cuidado del estrato córneo constituyen temas incorporados a sus hábitos de vida, ellos hoy, no se quedan atrás pero han dado una vuelta de tuerca mostrando un nuevo paradigma de estética masculina: El übersexual.

Este modelo nos trae a un hombre que abandona la depilación y el estar todo el día pendiente de las cremas y vuelve a conceptos más tradicionales: De pelo en pecho. Los representantes de esta tendencia son George Cloony, Bono - el cantante de U2-, Brad Pitt y hasta el millonario Donald Trump, terminaron con el reinado de David Beckham icono de los metrosexuales.

Según el Urban Dictionary, que recoge expresiones y términos coloquiales, "über" significa en alemán "por encima" y su equivalente en inglés sería "very" o "super", aplicado a este concepto, el "übersexual" alude a una recuperación de una cierta masculinidad perdida en los últimos años, y valora la imagen mucho más clásica del varón.

Características del "übersexual"


Así pues, el hombre "übersexual" es aquel que siente una confianza suprema en sí mismo sin resultar autoritario, tiene un marcado aspecto masculino, posee estilo, y además está determinado a alcanzar los niveles más altos de calidad en todas las áreas de su vida.

El hombre übersexual "es apasionado en cuanto a sus intereses y relaciones", recalca Matathia, especialista en el tema (*), tiene sus sentidos bien abiertos a todos los estímulos que recibe, prioriza lo que le hace sentir bien y lo natural, en lugar de aquello que otros piensan que debería hacer o ser. Reconoce que necesita a la mujer y la ve como complemento de su vida. El nuevo perfil del hombre moderno no supone un cambio drástico respecto del "metrosexual", pues como éste también tiene una preocupación por la imagen personal y por ir de compras, pero sin el mismo componente narcisista y egocéntrico.

En relación concreta con la belleza, la mujer ya había transitado este camino de búsqueda del equilibrio donde los extremos no tienen cabida y la justa medida es el balance entre lo saludable y lo estético. Los desafíos y las tendencias que afrontan juntos en el mundo del trabajo, en el crecimiento espiritual, en su inserción en la sociedad y sus culturas, no podían dejar de afectar también a sus miradas y percepciones estéticas.

Pensemos en esto: El hombre seguirá destinando parte de su presupuesto a cosméticos y tratamientos de belleza, porque reconoce que el cuidado de la imagen los ayuda al éxito en el trabajo o en el ámbito personal, pero también porque entendió que suma calidad a su vida, permitiéndose disfrutar de un buen masaje relajante o de un tratamiento facial pro-age,

Nosotras felices… Podemos compartir el espejo del baño, pero seguiremos siendo, por ahora, las absolutas reinas del Spa…


Licenciada Ma. Alejandra Fraser

Especialista en Comunicación y Marketing Estético.
Consultora – Disertante Internacional en temas relacionados al negocio estético.
Gerente de Comunicación y Marketing Institucional de Biocosmética Exel Argentina.
Miembro de la Day Spa Association



Bibliografía: *"The Future of Men" Marian Salzman, Ira Matathia y Ann O'Reilly